Pese a que la zona de la bahía de San Francisco está repleta de obras de arte provocativas de vivos colores, el famoso muralista Ray Patlan recomienda que los visitantes comiencen por el Mission District si quieren disfrutar de una colección de arte mural consolidada y ciertamente impresionante.
Las calles Balmy Alley y Clarion Alley del Mission District ofrecen a los visitantes la mayor concentración de arte mural de la ciudad. Las dos calles están a unos 25 minutos a pie una de otra, y hay unos 40 murales o más en cada una de ellas. Además, los murales se extienden también a las calles adyacentes y representan motivos muy variados que van desde la alegría hasta la política, la historia, la injusticia, la familia e incluso la frivolidad pura y dura. «En términos de arte callejero, esta zona es un museo», dice Patlan.
Ver las obras de cerca es impactante. Hicimos un recorrido guiado a pie bastante económico (15 $) para ver los murales de Mission District con la artista Patricia Rose de Precita Eyes, una asociación comunitaria de arte mural ubicada cerca de Balmy Alley. No es obligatorio que hagas un recorrido guiado, pero si llevas a tu lado a un artista que te va explicando cada una de las obras, la experiencia es aún más enriquecedora.
Nuestro recorrido de dos horas comenzó con una presentación de diapositivas en la caleidoscópica tienda Precita Eyes. En ella, se hacía un recorrido rápido por la historia del arte mural, desde las cavernas hasta Egipto, desde la Capilla Sixtina de Miguel Ángel hasta la edad dorada del muralismo en Mexico a principios de los años 20, en la que destacan los Tres Gigantes: Diego Rivera, José Orozco y David Siqueiros, que otorgaron a este tipo de arte un estilo y una relevancia que aún hoy perduran.
Rivera ha tenido una gran influencia sobre los muralistas locales, sobre todo porque hay cuatro murales de Diego Rivera en la bahía de San Francisco, entre los que se incluyen «Unidad Panamericana», en el San Francisco City College, «La creación de un fresco, muestra de la construcción de una ciudad», en el Art Institute de San Francisco, y «Naturaleza muerta» y «Almendros en flor», en el Stern Hall de la Universidad de California, Berkeley.
El primer mural de Rivera en San Francisco, «Alegoría de California», se encuentra ubicado en el City Club de San Francisco, en la 10.ª planta de la Stock Exchange Tower, en el 155 de Sansome, esquina con Pine. Está abierto al público entre las 15:00 y las 17:00 todos los días.
«Los murales de Rivera son muy auténticos», nos explicó Rose. «A medida que se iban pintando más murales exteriores, los artistas se iban decantando por temas relacionados con la gente común y la vida, más que con el heroísmo. Los muralistas masculinos solían representar escenas de luchas y problemas. Las mujeres muralistas fueron pioneras en plasmar temas relacionados con la afirmación de la vida y la positividad en sus trabajos, como por ejemplo, el hogar, el patrimonio, la familia y la comunidad».
Otro gran artista, David Siqueiros, ayudó a conseguir que los murales al aire libre perdurasen más en el tiempo al colaborar con un químico en la elaboración de la fórmula de la pintura acrílica. Las pinturas acrílicas aguantan bien al aire libre y tienen pigmentos fuertes. Precita Eyes vende pinturas y otros materiales especiales para hacer obras murales, además de pósteres, chapas y libros.
¿Cómo se convirtió Mission District en un lugar tan atractivo para los artistas callejeros? «Mission District es el lugar donde suelen ir a parar los recién llegados a la ciudad», dijo Rose. «A lo largo de los años, ha habido una serie de cambios en lo referente a las nacionalidades, desde alemanes a irlandeses, italianos o mexicanos. En la década de los ochenta, se produjo una gran afluencia centroamericana, lo que explica en gran parte el contenido político de algunos murales. Hay pinturas en Balmy Alley que hablan de guerras en El Salvador y Nicaragua, e incluso de la lucha en Nepal».
Hoy en día, Mission District es latino en un 70 %, y muchos de sus murales representan la historia y la cultura mexicanas. Sin embargo, muchos artistas se están pasando al aerosol, ya que lo consideran una forma más libre de pintura. Este estilo se ve más en los murales de Clarion Alley.
El artista y profesor Ray Patlan les dice a sus estudiantes que «no importa lo que pintes ni cómo lo pintes, o si el tema es político o abstracto, siempre que seas honesto con lo que haces, eso se reflejará en la imagen».
Encuentro con un experto en murales
Mi amiga Lynne Blair y yo nos sentamos con Patlan en el restaurante mexicano Otaez de Alameda para disfrutar de un café con canela y un contundente plato de machaca con huevos, un desayuno típico que consiste en una mezcla de huevos, pimientos y carne mechada. Patlan, que ahora tiene 66 años, da clases en el Laney College y en el College of the Arts de California, ambos en Oakland.
Este artista, que se crió en el barrio Pilsen de Chicago, se sintió inspirado cuando descubrió el arte mural durante sus viajes a México con sus padres. Allí se empapó de la genialidad de los grandes muralistas de la época: Rivera, Orozco y Siqueiros. «Pensé que si los murales eran tan importantes allí, ¿por qué no podían serlo en Pilsen?», nos contó. Compró 70 dólares de pintura y comenzó a pintar murales en Chicago.
Cuando estudiaba en el Art Institute de Chicago, sus profesores menospreciaban su trabajo, calificándolo como «arte de carteles». «A finales de los 70, muchos maestros estaban influenciados por la School of Design de Rhode Island y su interés se centraba principalmente en el arte conceptual», nos explicó. «Los murales no se consideraban relevantes».
Mientras «trataba de salir de la pobreza», la Universidad de California, Berkeley, le ofreció un contrato, y se sumergió de esta forma en el movimiento muralista de la bahía de San Francisco. Ha dirigido y creado más de 100 murales en Estados Unidos, México, Asia y Europa, y mantiene un estrecho contacto con el arte mural de la zona. Patlan tiene incluso varios murales en Mission District, entre los que se incluye el de la fachada del edificio Head Start.
¿Qué artistas actuales cree que tienen más potencial?
Patlan nos llevó al inmenso mural colorido de Estria Miyashiro, «Water Writes Mural». Está situado en el centro de Oakland, en la esquina de Broadway y 21st Street. Como pasa con muchos murales grandes, es una colaboración de varios pintores dirigidos por el propio Miyashiro.
Otra de las artistas favoritas de Patlan es Mona Caron, que tiene varios murales excepcionales en San Francisco, entre los que se incluyen «Windows Into The Tenderloin» , en Jones Street y Golden Gate Avenue en San Francisco, y su obra de 103 metros de alto y casi 5,5 metros de ancho, «Mural Duboce Bikeway» , en Duboce Avenue, entre Church Street y Market Street.
Le pregunté a Patlan cuál era la principal diferencia que existía entre la pintura en caballete y los murales. Me contestó que él había descubierto la respuesta gracias uno de los grandes maestros, David Siqueiros.
«Visité a Siqueiros muchas veces antes de que muriese», me dijo Patlan. «Le hice todas las preguntas que pude acerca del arte mural, preguntas cuyas respuestas me ayudarían más adelante.
Me dijo que los cuadros puedes colgarlos en la pared, ponerlos boca abajo y moverlos donde quieras. Los murales forman parte de la arquitectura y el entorno. "Son" el entorno. Si caminas hacia ellos, es como si te adentrases en ellos, como si bailases con ellos».
Acerca de Precita Eyes
En cada recorrido, conducido por artistas especializados en arte mural, se muestran diferentes murales. No se necesita reservar para hacer sus populares recorridos a pie durante el fin de semana, pero ofrecen recorridos privados, en grupo, en bicicleta, en autobús o personalizados para los que sí es necesario efectuar una reserva.
2981 24th Street
San Francisco, CA 94110
(415) 285-2287
Cómo llegar
Balmy Alley: Coge el BART hasta 24th/Mission. Es una calle paralela a Treat Avenue y Harrison Street, entre las calles 24th y 25th. El aparcamiento es una pesadilla, así que te recomendamos que apuestes por el transporte público.
Clarion Alley: se encuentra entre las calles Mission y Valencia y las calles 17th y 18th. Está a unos 25 minutos a pie de Balmy Alley.
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